El pasado 14 de marzo fallecía el científico británico Stephen Hawking, pero el genio de la astrofísica moderna aún tenía conocimientos sobre el universo que compartir con el mundo, como demuestra su última obra, “Breves respuestas a las grandes preguntas”, que se presentó en Londres.
¿Existe un dios?, ¿cómo empezó todo?, ¿se puede predecir el futuro? o ¿qué hay dentro de un agujero negro? son algunas de las diez preguntas a las que el cosmólogo trató de dar respuesta en las poco más de 200 páginas que forman el volumen.
Para Hawking, como dijo su hija Lucy durante el lanzamiento mundial del libro en Londres, lo más importante era “responder a las grandes preguntas de una manera accesible, entretenida y relevante para todo el mundo”.
Una forma sencilla de comunicar conceptos complejos que ya demostró dominar en su “Breve historia del tiempo”, el libro que le lanzó a la fama a nivel popular en 1988, y en el resto de trabajos de una carrera que le convirtieron en uno de los autores de divulgación científica más aclamados de todos los tiempos.
Según Lucy Hawking, “Breves respuestas a las grandes preguntas” podría resumirse como “una llamada a la unidad y a la humanidad” para “encontrar soluciones” a los retos del mundo, entre los que reveló tácitamente el desasosiego que le producían a su progenitor el “brexit” (la salida del Reino Unido de la Unión Europea) y los nacionalismos.
Una dolencia que, aunque minó sus capacidades físicas, no frenó su brillantez intelectual hasta el momento de su muerte, a los 76 años.
Después de haber vendido más de 13 millones de copias con “Breve historia del tiempo”, Lucy Hawking espera que el último libro de su padre se convierta en su obra definitiva y aseguró que se sentiría encantada con ese resultado.
“Breves respuestas a las grandes preguntas” comenzó a desarrollarse antes de la muerte de Hawking y después se completó en colaboración con sus colegas académicos y su familia.Efe