Convocados bajo el lema “¡Libérenlos!”, madres, padres, esposas e hijos se reunieron en el puente Internacional Simón Bolívar para reclamar jusiticia.
Colombianos que exigen la liberación de sus familiares detenidos en Venezuela se manifestaron en el puente internacional Simón Bolívar, que conecta a Cúcuta con San Antonio del Táchira, para reclamar justicia y visibilizar su situación.
Convocados bajo el lema “¡Libérenlos!”, madres, padres, esposas e hijos se reunieron en la mitad del paso fronterizo con pancartas, fotografías y banderas de Colombia para exigir la libertad de al menos 40 connacionales que, según denuncian, fueron detenidos de forma arbitraria por las autoridades venezolanas.
“Mi hijo, Edwin Iván Colmenares, es abogado y fue detenido hace casi un año cuando se dirigía desde Arauca hacia Cúcuta” por la zona de frontera, relató Dolly García, una de las manifestantes.
La mujer, que sostenía una foto de su hijo, agregó que “en una alcabala (puesto de control de carretera) lo acusaron de ser espía y no hemos vuelto a verlo”.
A su lado, Nubia Misse Durán contó que su hermano, David Josué, trabajaba como mototaxista en la frontera y fue detenido hace un año “sin motivo alguno” en otro puesto de control en Peracal (Venezuela).
Con un megáfono en la mano, Yarileinis Navarro Páez, tía de otro de los supuestos detenidos, encabezó la jornada y pidió al presidente Gustavo Petro que interceda por ellos.
“Mi sobrino Brayan Sair fue arrestado en Puerto Cabello (Venezuela) cuando regresaba a trabajar como chofer. Llevamos meses pidiendo ayuda”, dijo.
El clamor se intensificó cuando los manifestantes llegaron hasta donde se encontraba la Guardia Nacional venezolana. Allí, varias madres se arrodillaron y suplicaron por la libertad de sus hijos.
“¡Libérenlos! Estamos sufriendo”, gritó Dolly, mientras la acompañaban otras mujeres como Luz Clara Villán, quien rogó por su hijo Jhonny Johan, detenido junto a su pareja cuando regresaban de un paseo en Isla Margarita, en el caribe venezolano.
Villán explicó que “los bajaron del bus y los llevaron presos sin razón alguna”.
El acto se convirtió en un símbolo de resistencia y esperanza, en el que las familias pidieron acompañamiento de las autoridades colombianas y de organismos internacionales de derechos humanos.
El cucuteño Jaime Alexander Peña Mendoza, de 27 años, relató que fue detenido el 29 de agosto en una alcabala y permaneció 37 días en prisión antes de ser liberado tras demostrar su inocencia.
“Me llevaron a una prisión por 37 días y, luego de demostrar mi inocencia, me liberaron”, dijo y aseguró que, como estuvo detenido con varios colombianos, apoya a estas “madres desesperadas” en busca de la liberación de quienes aún están en Venezuela.
EFE